Oh, sí! el hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona, y cuando el entusiasmo desaparece, ahí se queda, como un hijo pródigo a quien el padre echó de casa, contemplando los miserables céntimos con que la compasión alivió su camino.
(Hölderin en el Hiperión)
a mi, el entusiasmo me traiciona ...busco ser más mendigo
5 comentarios:
por eso nunca hay que perder el entusiasmo ni dejar de soñar!!!
Aunque a veces un poco de reflexión no venga mal del todo....
si, como que resulta m´s fácil sentirse dios que mendigo...tal vez el quiebro se produzca en la materialización de ese entusiasmo, en el paso a la reflexión nos comportamos pobremente, como mendigos.
Una limosnita por amor de dios...
(Eso de dios me suena de cuando se sueña, sí)
Besos.
Yo aspiro a ser un mendigo entusiasmado.
ya lo consigo por lo menos tres de cada diez veces
o un dios mendigo...
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