1 sept 2005

Sobre quien se enamora en sueños

Un día, fui a ver a nuestro amigo Abu-l-Sari y lo hallé pensativo y muy acongojado. Le pregunté qué le pasaba y, si bien se resistió un tanto a decírmelo, al cabo rompió:
"Lo más raro que nunca has oído."
"Qué es", le atajé.
Y me contestó:
"Esta noche he soñado con una esclava, y , al despertarme, noté que mi corazón se había ido en pos suyo, y que me había enamorado perdidamente de ella. Por culpa de su amor me veo en el más penoso estado."
Durante muchos días, más de un mes, continuó acongojado y triste; tan enamorado que nada le divertía, hasta que al fin yo se lo reproché y le dije:
"No tiene perdón de Dios el que estés pensando en esa nonada y que tengas la imaginación pendiente de algo irreal, que no existe. ¿Sabes acaso quién es?".
"No, por Dios", me dijo.
"Flaquea tu juício-le atajé entonces-y cegado está tu entendimiento, si amas a quien nunca has visto, que ni ha sido creado ni anda por el mundo. Si te hubieras enamorado de una de las imágenes del baño, tendrías más disculpa a mis ojos". Y no le dejé en paz hasta que se le pasó con grandes fatigas.

Es éste, a mi parecer, un caso de sugestión anímica o de pesadilla, que entra dentro del campo de los deseos reprimidos y de las fantasias de pensamiento.


De El Collar de la Paloma, de Ibn Hazm de Córdoba,
que no es el mismo que Ibn Ibrahim, que escribió el Collar de los Sueños, de quien sólo se encuentra documentación reservada en la tierra extraña del sur.

Enamorarse en sueños. Quedamos un día en que también contaba, no?