En esta soledad de la montaña y del robledal que me acogen eres mi salvación, amiga. Le ha costado a mi móvil traspasar el Correo de Galicia y tu antigua entrada (¡qué mayor eres ya por estos cibermundos!) a mi ordenador, pero ha merecido la pena. Menos mal que como de todo, pero siempre había menospreciado la humilde sandía por su alto contenido de agua. También había volcado en las manzanas mi ancestral afición a lo prohibido. Me pasaré a las sandías, te lo prometo. Por lo menos cuando me llegue compañía a la que comunicar y con quien compartir todos estos hallazgos.
4 comentarios:
En esta soledad de la montaña y del robledal que me acogen eres mi salvación, amiga.
Le ha costado a mi móvil traspasar el Correo de Galicia y tu antigua entrada (¡qué mayor eres ya por estos cibermundos!) a mi ordenador, pero ha merecido la pena.
Menos mal que como de todo, pero siempre había menospreciado la humilde sandía por su alto contenido de agua.
También había volcado en las manzanas mi ancestral afición a lo prohibido.
Me pasaré a las sandías, te lo prometo.
Por lo menos cuando me llegue compañía a la que comunicar y con quien compartir todos estos hallazgos.
Eternamente agradecido.
Un montón de besos.
Desde haca un par de días
solo como sandías.
Mil besos, que no me he olvidado de ti.
;)
¡Cómo se me van los dedos!!!! Y es que no puedes escribir teniendo el teclado al otro lado de la mesa.
Más besos ;)
y que no suba el precio de las sandías, rediez!!
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