he cogido la costumbre de desaprovechar la primera oportunidad, la tengo en la mano y por un extraño quiebro se me escapa o la rechazo; después de darle vueltas he decidido que tal vez sea una mujer que sólo aprecie las segundas oportunidades, o las terceras...por dios, éstas al menos que no se me escapen!
(sólo estoy triste cuando no deberia estarlo, en un día de ocio y sol anda la parte existencialista de mi alma rosaliana en pena)
sol, sol, sol, sol, sol, sol.