En un restaurante
Conversar se va haciendo más tedioso,
siempre en torno al dinero, los vinos, la cocina,
futilidades de esas sombras vulgares y espantosas
en que nos hemos ido convirtiendo.
Facha:tienes la sangre roja, jódete.
Está escrito en el muro del lavabo.
Siento como un relámpago aquel grito.
Vuelvo a ser aquel joven
de un tiempo, en teoría, pobre y triste.
Los policías, con abrigo gris,
penetraban a veces, a caballo,
en la universidad. Y saltan chispas,
de pronto, al resbalar las herraduras,
y, dentro de un lavabo, un hombre ya mayor,
siente cómo lo salvan las batallas perdidas.
(y más Margarit)